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Niños y biodiversidad

¿Qué especies conocen y cómo obtienen el conocimiento?

La importancia de conocer la biodiversidad para valorar su conservación

por Claudia Mónica Campos

Actualmente, la biodiversidad se encuentra amenazada por problemas ambientales globales y locales, como el cambio climático, la pérdida de hábitats y la introducción de especies exóticas. En las zonas áridas y semiáridas de la Argentina, los ecosistemas y su biodiversidad sufren perturbaciones provocadas por diferentes factores, como el sobrepastoreo, la tala de bosques, el avance de la frontera agrícola, la megaminería y la urbanización no planificada. Debido a esto, son importantes las acciones de conservación que tiendan a proteger a las especies nativas, muchas de las cuales son endémicas -especies con distribuciones restringidas – y altamente especialistas en el uso de los recursos.

En ecología, entendemos por especies nativas o autóctonas, a aquellas que son originarias del lugar donde viven y que poseen una larga historia evolutiva en relación con su hábitat. Algunos ejemplos de especies nativas de regiones áridas y semiáridas de Argentina son el guanaco (Lama guanicoe), el algarrobo dulce (Prosopis flexuosa) y las jarillas (Larrea spp.).

En cambio, las especies exóticas – introducidas o alóctonas – son aquellas que ingresan a áreas ajenas a su distribución original por efecto de las actividades humanas (traslado voluntario o involuntario de especies). Estas especies pueden ser domésticas, como el ganado, las mascotas, la mayoría de las plantas de huerta; otras se asilvestraron como la liebre europea (Lepus europaeus), el conejo (Oryctolagus cuniculus), el jabalí (Sus scrofa), el ganado y los perros cimarrones, etc. y algunas viven sólo en cautiverio, por ejemplo las especies exóticas en los zoológicos.

Los conceptos anteriores resultan clave porque cuando hablamos de conservar la biodiversidad estamos poniendo énfasis en la conservación de las especies nativas y sus ecosistemas. Por lo tanto, educar acerca de las especies nativas y las acciones humanas que ponen en riesgo sus poblaciones y hábitats son claras acciones de conservación de la biodiversidad, que tienen como objetivos generar concientización y producir cambios en los comportamientos ambientales.

¿Qué conocen los estudiantes sobre la biodiversidad?

Acorde a lo planteado líneas arriba voy a comentar los resultados de un estudio que llevamos a cabo en escuelas rurales (19) y urbanas (25) de Mendoza con un total de 1746 estudiantes de ambos sexos, entre 7 y 18 años. Trabajamos con los alumnos que visitaron en 2007 y 2008 el “Sendero del Garabato”, un sendero de interpretación ambiental que durante varios años fue una actividad de transferencia educativa del Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas (IADIZA- CONICET) de Mendoza. Antes de realizar el paseo guiado, los chicos respondieron cuestionarios semi-estructurados donde debían mencionar 10 animales y 10 plantas, indicando para cada caso dónde habían visto ese organismo por primera vez.

Principales resultados a destacar

  • Los alumnos nombraron cerca de 500 especies de animales y plantas, lo cual muestra una importante familiaridad con la biodiversidad, en comparación con estudios realizados en otros países. Entre los animales más populares destacamos el perro, el gato, el león y el caballo, todos ellos especies exóticas. Entre las plantas, especies exóticas ornamentales como la rosa, el jazmín y la margarita fueron las más conocidas por los estudiantes, pero también resultaron familiares algunas nativas, como los cactus, la jarilla y el algarrobo.
  • Si bien los niños y adolescentes conocen numerosas especies, están poco familiarizados con la biodiversidad nativa. Particularmente, los animales y plantas con problemas de conservación tuvieron poca representación en las respuestas. Si tenemos en cuenta que 1746 alumnos respondieron al cuestionario y que ellos tuvieron la oportunidad de mencionar 10 animales, sólo el 0,5% de las respuestas incluyeron a los guanacos y ñandúes, 0,6% al cóndor, 0,1% a la mara y 0,04% a las ratas cola de pincel.
  • El lugar de residencia (rural o urbana), el sexo y las edades de los estudiantes influyen sobre la familiaridad con las especies y las fuentes de conocimiento utilizadas para aprender acerca de la biodiversidad. Encontramos que los varones, sobre todo de escuelas rurales, mencionan más a las especies nativas y aprenden sobre ellas a través del contacto directo en ambientes naturales como el campo; ellos nombraron más aves, insectos, reptiles y anfibios que las mujeres. Las niñas tienen más familiaridad con las especies exóticas y aprenden sobre la biodiversidad en espacios como el jardín de la casa. Para los chicos de escuelas rurales, el contacto directo con la naturaleza en el campo y el jardín de la casa es importante para aprender acerca de la biodiversidad. Consideran que las especies exóticas, como el caballo, el ganado, las plantas de huerta y ornamentales, son las más útiles en su vida diaria. Los de escuelas urbanas, en cambio, aprenden acerca de la biodiversidad a través de los libros.
  • Los niños pequeños se familiarizan con plantas y animales a través de fuentes de contacto no directo, como los libros, la televisión (TV) o Internet. Esto puede tener al menos dos interpretaciones. Quizás estén perdiendo la cercanía con el ambiente natural, debido a profundos cambios en el estilo de vida – niños y adultos sedentarios pasando más horas frente a la TV y la computadora – y a las pocas actividades en la naturaleza que desarrollan las escuelas y las familias. O bien, puede ocurrir que el incremento en los últimos tiempos de la producción de programas educativos y documentales sobre biodiversidad y problemas ambientales haya aumentado la disponibilidad de una fuente de conocimiento que puede resultar muy atractiva. Si éste último es el caso, cabe destacar entonces la responsabilidad de los medios masivos de comunicación en la construcción de conocimientos, valoraciones y apreciaciones de los niños hacia la naturaleza.

A modo de cierre, podemos destacar dos resultados importantes. Por un lado, la familiaridad de los estudiantes con las especies nativas es muy baja, particularmente en relación con las especies en riesgo de conservación; por otro lado, si bien todas las fuentes de conocimiento son importantes, aquellas que involucran el contacto directo con la biodiversidad parecen ser las más significativas. Por todo esto, con miras a promover que los alumnos sean activos partícipes en el uso sustentable y la conservación de los recursos naturales, proponemos no descuidar el estudio de la biodiversidad nativa utilizando todos los recursos y estrategias didácticas a nuestro alcance. De esta manera, podremos lograr cambios en el conocimiento, la percepción, la apreciación y la valoración de las especies autóctonas y, por consiguiente, cambios en la actitud y comportamiento ante la biodiversidad y los problemas que la afectan.